La fibromialgia es un síndrome crónico de etiología desconocida que se caracteriza por la presencia de dolor generalizado. Sin embargo, esta enfermedad presenta de manera importante otros síntomas y manifestaciones como la fatiga crónica, los trastornos del sueño, la rigidez matutina, las cefaleas, la ansiedad, la disfunción cognitiva... que merman significativamente la calidad de vida de los pacientes y de las personas que los rodean.
En cuanto a su influencia sobre las funciones cognitivas, las quejas cognitivas se vinculan habitualmente en el término "Fibrofog" e incluyen problemas de memoria, concentración, atención y confusión mental.
Por ello, es importante que se tenga presente un enfoque de salud integral al hablar o sufrir fibromialgia.
Hoy en día, disponemos de un modelo de salud biopsicosocial, donde la salud se entiende a partir de la combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales. Donde la comprensión y tratamiento de la enfermedad deben ser simultáneos, dando la misma importancia a la esfera física, psicológica, emocional, social, laboral e incluso espiritual.