En la actualidad, hacer terapia de grupo significa asistir a diferentes sesiones psicoterapéuticas, compartiendo espacio y tiempo con un grupo de entre 8 y 12 personas, donde cada miembro se compromete con la terapia y comparte su experiencia. La confidencialidad se garantiza como si fuera terapia individual, así como el establecimiento de los objetivos.
En general, los objetivos son: ayudar a que las personas identifiquen sus comportamientos inadaptados, ayudar al manejo y gestión de las emociones, sentirse acompañado y apoyado y tener una experiencia catártica.
En terapia de grupo, factores como la universalidad de las experiencias favorece el no sentirse aislado, el altruismo, la ayuda a los demás miembros y la cohesión grupal favorece el sentimiento de pertenencia y aceptación.
En cuanto a la dinámica, ésta implica la realización de actividades y la discusión.