Hablar de capacidades intelectuales supone hablar de inteligencia. El alumno con altas capacidades es diverso y heterogéneo como la población general.
Las características principales que sugieren la existencia de altas capacidades son la gran curiosidad y ganas de aprender, alto nivel de actividad y concentración, el razonamiento complejo, el pensamiento simbólico, abstracto, dominio del lenguaje, creatividad, flexibilidad y fluidez, motivación intrínseca, pensamiento crítico...
La finalidad de la detección del alumnado de las altas capacidades es necesaria para conocer su perfil en cuanto a los recursos intelectuales que dispone, motivación, intereses, visión de futuro y así poder responder de manera precoz y adecuada a sus necesidades para desarrollar su potencial y sus competencias