La terapia familiar, como su nombre indica, aborda el tratamiento de todos los miembros del sistema familiar en conjunto y no por separado. Se interviene en las dificultades que se presentan en el contexto de las relaciones familiares y significativas. Se aborda la familia como un sistema y se centra en mejorar las relaciones que surgen en el seno de la familia: la adolescencia, la comunicación, la relación con la familia política, la enfermedad, los celos con los hermanos...
La familia como sistema adquiere entidad propia, siendo más que la suma de sus miembros, funcionando como una unidad, donde los cambios en uno de los elementos provocan ajustes en el resto de sistema.